Eran cerca de las 11:00 de la noche del 7 de mayo de 2021, cuando habitantes de la zona avisaron al sistema de emergencia 911 sobre una escena de violencia en la que un hombre golpeaba a una mujer, en el callejón Estévez de Chalchuapa, Santa Ana.

Según la versión de vecinos, este perseguía a una mujer en la calle y la golpeó con un tubo de metal, arrastrándola luego a una vivienda donde cerró el portón.

Al llegar los agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) encontraron sangre en las afueras del portón.

Al entrar a la vivienda, también se encontraron con los cuerpos sin vida de dos mujeres, quienes fueron asesinadas con objetos cortopunzantes, teniendo el parentesco de madre e hija, identificadas como Mirna Cruz Lima de 55 años y Jaqueline Cristina Lima de 25, la joven cuyos gritos lograron llamar la atención de los vecinos.

El cuerpo de Jaqueline fue encontrado completamente desnudo, mientras que el de Mirna semidesnudo y con signos de violencia sexual.

El protagonista de la cruel escena era Hugo Osorio, un expolicía, que estaba en la escena del crimen con sus muñecas ensangrentadas, luego que se hiciera pasar por muerto ante la llegada de la corporación policial.

En el lugar también encontraron otros dos cadáveres del sexo masculino.

Hugo Ernesto Osorio Chávez, también conocido como el «asesino de Chalchuapa», fue acusado de matar a madre e hija en su propia casa.

Pero fueron los gritos de Jaqueline los que lograron que las autoridades dieran con un lugar que escondía un cementerio clandestino, pues por trabajos de excavaciones hasta octubre de 2021 ya se habían encontrado cerca de 30 víctimas, la mayoría mujeres con signos de violencia sexual.

El cementerio clandestino

11 fosas se encontraron en el cementerio clandestino ubicado en la vivienda del exagente Hugo Osorio

Según la Fiscal del caso, Graciela Sagastume, en declaraciones previas a la prensa, hasta el momento solo se han judicializado los casos de la primera fosa sobre 12 víctimas; no obstante son 30 víctimas ya identificadas, a las que se agregan las osamentas de las restantes fosas, tras un proceso arqueológico del criminalista Israel Ticas.

De las primeras 12 víctimas, Osorio es testigo criteriado en la investigación fiscal, por lo que no ha sido acusado por los homicidios.

Sagastume aseguró que no se puede dar una cifra definitiva sobre el total de víctimas, pues los trabajos continúan en el lugar, por lo que la vivienda continúa custodiada.

Reserva del caso

Los procesos penales, tanto el de Osorio por doble feminicidio, como en el que es testigo criteriado para informar sobre los homicidas y por qué los cuerpos fueron enterrados en su vivienda, tienen una declaración de reserva por los tribunales.

Fue un medio nacional que relató el requerimiento fiscal sobre las primeras 12 víctimas, el hermano de Osorio, la expareja de un exmilitar y su hijo, así como mujeres a las que se le prometía un empleo o fueron violadas forman parte de los cuerpos encontrados.