Este viernes fue presentado a la Asamblea Legislativa por parte del gobierno salvadoreño el proyecto de reformas al sistema de pensiones, que prevé el aumento de la pensión mínima, el incremento de la contribución de la parte empleadora de un 1 %, la prohibición del uso de fondos de pensiones por parte de las administraciones gubernamentales presentes y futuras, la disminución de la comisión que perciben las administradoras de fondos, se mantienen la contribución de los cotizantes, entre otras modificaciones.

A parte de esto, el proyecto para las reformas de pensiones incluye la creación de un ente rector que vele por el cumplimiento de las normas y reglas por parte de las administradoras de fondos de pensiones y absorberá las asignaciones que tiene del Instituto Nacional de Pensiones de los Empleados Públicos (INPEP).

El Instituto Salvadoreño de Pensiones (ISP) será la entidad que dará garantía al cumplimiento de las obligaciones y evitar el cometimiento de abusos por parte de las administradoras.

Según el ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, no se trata de una nacionalización de fondos, sino que se garantiza que el sistema privado cumpla con sus compromisos y obligaciones con los trabajadores cotizantes.

“Vamos a crear el Instituto Salvadoreños de Pensiones que se encargara de verla que las administradoras de fondos de pensiones cumplan con cada uno de sus compromisos con los trabajadores. No vamos a nacionalizar, no se trata de una nacionalización, somos respetuoso a la iniciativa privada, pero de una iniciativa privada vigilada y regulada por el Estado que asegure que los verdaderos beneficiados de este sistema reciban todo que merecen”, afirmó el funcionario.