Jean-François Richet es un director francés que debutó con una muy buena cinta llamada Inner City, la cual llamó la atención de Hollywood. En Estados Unidos dirigió Asalto en el Precinto 13, un remake decente del clásico de John Carpenter. Pero de una manera inteligente, Richet regresó a Francia para confeccionar un biopic dividido en dos películas, basado en la vida del criminal Jacques Mesrine, encarnado por un estupendo Vincent Cassel. 

Richet no abandonó Hollywood del todo, asumiendo las riendas de Sangre de mi sangre, una buena cinta de acción protagonizada por Mel Gibson. Pero es en Francia donde este director realmente brilla y como prueba de ello encontramos, además de las impresionantes cintas de Mesrine, a la excelente El emperador de París, sobre el legendario criminal de la era napoleónica François Vidocq (también interpretado por Cassel).

El tercer trabajo de Richet en los Estados Unidos tiene como protagonistas al irregular Gerard Butler y a Mike Colter (conocido por la infravalorada serie de Marvel Luke Cage). El resultado es una cinta de rescate genérica, pero que logra emocionar y envolver al espectador de principio a fin.

Alerta extrema nos muestra como el piloto de avión Brodie Torrance (Butler) asume un vuelo comercial tripulado por un pequeño número de pasajeros. Como esta es una película de acción, una tormenta hace que el avión tenga que aterrizar de manera forzosa en un lugar muy lejos del destino planeado. Dele (Yoson An), el copiloto y mano derecha de Brodie, sospecha que, probablemente, han aterrizado en Jolo, una región remota de las Filipinas, dominada por un grupo de despiadados criminales al margen de la ley, armados hasta los dientes como si se tratara de un ejército.

Acto seguido, los criminales secuestran a todos los pasajeros y a la tripulación, exceptuando a nuestro héroe Brodie y al ambiguo Louis Gaspare (Colter), uno de los pasajeros que iba a ser extraditado bajo los cargos de homicidio. Brodie y Gaspare se unirán para hacer lo correcto:  rescatar a los secuestrados y abandonar la región infernal.

En manos poco expertas, Alerta externa fácilmente hubiera pasado de ser una película de desastre a un desastre de película. Pero como estamos hablando de Jean-François Richet, la cosa llega a funcionar muy bien. No nos equivoquemos. Esta es una típica película de acción testosterónica colmada de lugares comunes, pero su director sabe cómo manejar el tono, darle el ritmo adecuado y reducir al máximo los elementos innecesarios, para entregar así un producto que será del agrado de los amantes del género.