Este jueves, el ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya afirmó que no hay ninguna probabilidad que el país caiga en impago.

 “Pareciera que 800 millones es mucho, pero cuando tú lo contextualizas en el presupuesto general de un país. Si podremos pagar, así como hemos cumplido con todas nuestras obligaciones. Si cumplimos con nuestros socios en nuestros peores momentos de la pandemia, por qué no lo haremos ahora que nos estamos recuperando. Crecimos al ritmo de 10.3%. tuvimos inversión privada récord, tuvimos exportaciones récord, tuvimos incremento en el turismo de un 30%. Estamos invirtiendo en educación, estamos atacando la criminalidad”, destacó el titular.

 Zelaya manifestó que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) aún se encuentra en proceso de negociación.

 “Hemos entrado a unas conversaciones con ellos, pero tampoco vamos nosotros a firmar un recetario, se negocia. Si en otros países no están acostumbrados a negociar u otros economistas no están acostumbrados a negociar y agarran cualquier receta que les dan, lo harán ellos. Mi responsabilidad es negociar las mejores condiciones para el país dentro del acuerdo”, recalcó.

 Según el economista Luis Membreño, El Salvador destaca como el segundo país con más riesgo de América Latina, solo detrás de Venezuela. Desde el año pasado, el Índice de Bonos de Mercados Emergentes (EMBI) de El Salvador ha mantenido una tendencia creciente y ha llegado a valores históricos de hasta 26.17 puntos el pasado 23 de mayo.

 Por su parte, Ricardo Castaneda, del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) en notas anteriores explicó que “en el caso de El Salvador, los factores que han provocado este aumento del perfil de riesgo han sido factores internos: uno particularmente todo lo que tiene que ver con el debilitamiento de la institucionalidad democrática, y el segundo con el tema de la adopción de la Ley Bitcoin”.

 Los expertos temen que el perfil de riesgo siga creciendo y la única salida será que el Gobierno llegue a un acuerdo con el FMI, que le permita acceder al mercado de bonos y que el resto de multilaterales puedan conceder préstamos