Susto en el aire: se desprendieron fragmentos metálicos de un avión en pleno vuelo

Se trató de una aeronave de Alaska Airlines que realizaba la ruta Seattle-San Diego. Nadie resultó herido

Ago 25, 2022 | 0 Comentarios

El vuelo 558 de la aerolínea Alaska, que partió en horas de la mañana desde el aeropuerto de Seattle, en el estado de Washington, con rumbo a San Diego, en el sur de California, se convirtió en una desgracia con suerte.

Según el relato de varios pasajeros, y la confirmación por parte de la aerolínea, minutos después del despegue se escuchó un pequeño ruido. De inmediato, la aeronave -que estaba transportando a 176 pasajeros y a 6 miembros de la tripulación- comenzó a vibrar de manera inusual. Algunos pasajeros, que se encontraban sentados en asientos junto a la ventanilla, vieron pedazos de metal desprenderse del avión.

“El vuelo 558 reportó una vibración inusual del lado izquierdo de la aeronave, apenas pasado el despegue. El avión volvió al aeropuerto y aterrizó sin inconvenientes”, indicaron a través de un comunicado emitido por la aerolínea, con una versión resumida de los hechos.

En medio de las vibraciones, el avión aterrizó sin que nadie resultara herido, pero un pasajero logró captar con la cámara de su teléfono el momento en el que tocan la pista. Se puede ver cómo en ese momento se desprende parte del capó (una carcasa de metal extraíble para el motor).

Después del ruido original, empezamos a ir más lento. Inmediatamente el capitán dijo que se sentía una vibración inusual. Ahí la tripulación nos informó que estaban buscando un lugar para aterrizar”, contaba uno de los pasajeros a un medio local.

Una vez de regreso en Seattle, los 176 pasajeros fueron reubicados en diferentes vuelos con destino a San Diego a lo largo del día. En su gran mayoría, pudieron embarcarse en otro vuelo que salió dos horas y media más tarde que el original.

La aerolínea, si bien no dio muchos detalles del incidente, en su comunicado hizo hincapié en el profesionalismo de los pilotos que manejaron muy bien la situación.

Los dos pilotos que operaban este vuelo tienen, combinados, más de 32 años de experiencia volando. Su labor, junto a la de los tripulantes de cabina, hizo que el inconveniente se resolviera con mucho cuidado y profesionalismo”, indicaban desde Alaska Airlines.

El avión es un Boeing 737-900ER que fue puesto de inmediato fuera de circulación, mientras un equipo investiga la causa del incidente. Si bien la empresa Boeing ha tenido muchos problemas en los últimos años, este modelo en particular es considerado uno de los más seguros del mercado.

Los BOEING 737-900 tienen, según la publicación especializada AirSafe, un índice de incidentes del 0,007 por cada un millón de vuelos. Considerablemente bajo comparado con el modelo BOEING 737 regular, cuyo índice de incidentes es del 0,24 cada un millón de vuelos.

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