El criptointercambio Bitfinex y el emisor de USDT Tether han establecido un fondo de ayuda criptográfico para ayudar a las familias de las personas afectadas por la violencia relacionada con las pandillas en El Salvador, aunque la controvertida represión del gobierno contra ellas estructuras delincuenciales continúa intensificándose en el país.

El director técnico de Bitfinex, Paolo Ardoino, anunció que «ambas empresas» «apoyarían a los desfavorecidos» y han donado 1 millón en bitcoin (BTC) en un intento por «impulsar» la iniciativa de recaudación de fondos, que aceptará tanto BTC como USDT en una serie de protocolos de cadena de bloques.

La CTO agregó que los fondos donados se «implementarían en colaboración con el gobierno local y los grupos comunitarios y estarían sujetos a un estricto control para garantizar una distribución justa».

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, se tomó el tiempo para agradecer personalmente a Bitfinex y Tether en Twitter.

Bitfinex ha estado trabajando con el gobierno salvadoreño desde fines del año pasado y su empresa matriz y la de Tether, iFinex, han estado trabajando con funcionarios de El Salvador en los esfuerzos para crear leyes regulatorias de cripto y valores en preparación para una emisión de bonos de bitcoin (retrasada).

Parte de la demora, según lo han dejado entrever autoridades gubernamentales es el cambio de enfoque que ha supuesto la escalada de violencia protagonizada por pandillas”. En respuesta a las amenazas percibidas sobre población civil como resultado de la represión de Bukele contra las pandillas, el presidente habló de matar de hambre a los pandilleros encarcelados, para disgusto de la comunidad internacional.

Ardoino escribió que «desde 2021, muchas personas y empresas criptográficas influyentes han aplaudido la heroica lucha por la libertad financiera» iniciada por Bukele, pero remarcó que «ahora era el momento de actuar».

El escribió:

“Ayudar a las familias afectadas por las pandillas [es más importante que] comprar jets y lambos. Si desea participar y apoyar a la orgullosa población de El Salvador, por favor [envíe cripto apoyo]”.

Los políticos estadounidenses, incluido el secretario de Estado Anthony Blinken, han criticado la respuesta de Bukele, pero Bukele se mantiene desafiante.

El presidente afirmó en Twitter que más de 10.000 pandilleros han sido arrestados en los últimos 17 días y ofreció algunas críticas fulminantes a los llamados a la nación para que respete las “libertades civiles” de los presuntos pandilleros.

Bukele también ha festejado el hecho de que las estadísticas oficiales muestran que el nivel de homicidios se ha desplomado desde que comenzó su el régimen de excepción, con 0 asesinatos reportados en cinco días en lo que va de mes.

El medio de comunicación El Faro afirmó en 2020 que el gobierno de Bukele había negociado un trato con la infame pandilla Mara Salvatrucha.

Bukele respondió a los reclamos publicando decenas de fotos de reclusos esposados ​​en condiciones de hacinamiento, desnudos hasta quedar en ropa interior, durante el apogeo de la pandemia de COVID-19, una negación visible de que tal trato hubiera tenido lugar. Varios grupos de derechos humanos expresaron su desaprobación por este curso de acción extremo.

Desde entonces, los medios de comunicación hostiles al gobierno de Bukele han afirmado que el acuerdo se rompió, lo que provocó un gran aumento de la violencia y un estado de emergencia en todo el país.

El propio Blinken pidió a El Salvador que garantice “las libertades de prensa, reunión pacífica y expresión”, así como el “debido” proceso legal y las libertades civiles.

Pero Bukele respondió afirmando que los pandilleros eran “terroristas”, y Access replicó que los periodistas no tenían la libertad de usar los derechos de “libertad de prensa” para “comprobar si los detenidos” de la Bahía de Guantánamo han “gozado de sus ‘libertades civiles’ y un ‘debido proceso’”.