El despliegue de elementos de la Fuerza Armada y de la Policía Nacional Civil (PNC) que ejecutan el cerco militar en el departamento de Cabañas tiene el objetivo de cortar las posibles vías de escape de los miembros de estructuras criminales que operan en dicha región para, posteriormente, ser ubicados y detenidos por las autoridades en los municipios de dicho departamento.

En total son 7,000 militares y 1,000 policías los que se suman a las labores operativas en el área para dar con el paradero de los integrantes de estructuras ligadas al accionar de la Mara Salvatrucha MS-13, vinculados también al ataque contra elementos de la corporación policial ocurrido el pasado domingo, que dejó como saldo dos agentes lesionados.

El ministro de la Defensa, René Francis Merino Monroy, afirmó que en apoyo a las tropas en tierra dispondrán de 3 helicópteros de la Fuerza Aérea Salvadoreña y uno más de la PNC que brindarán cobertura a las operaciones en tierra.

El presidente de la república, Nayib Bukele, indicó que recibieron informes sobre el traslado de sujetos afines a estos grupos delincuenciales en el departamento de Cabañas, por lo que tomaron la decisión de instalar un cerco militar. Agregó que tanto la población como turistas podrán realizar sus actividades cotidianas con normalidad.

“Estas últimas semanas, hemos identificado varios grupos de pandilleros que se esconden en el departamento de Cabañas, por lo que decidimos cercarlo completamente”, expresó el mandatario a través de su cuenta de Twitter.

El cerco militar es el sexto que se ejecuta desde el anuncio de la fase 5 del Plan Control Territorial denominado «extracción». El primero fue desarrollado en el municipio de Comasagua, La Libertad; luego Soyapango, San Salvador; posteriormente en las comunidades Tutunichapa y La Granjita de San Salvador; y en el municipio de Nueva Concepción, Chalatenango.