Al menos 12 personas murieron en el estadio Cuscatlán la noche del sábado, tras una estampida de aficionados en sol general.

Las primeras personas fueron auxiliadas. Minutos después, la desesperación creció en ese lugar y varios aficionados comenzaron a ingresar a la cancha, obligando que el partido se detuviera.

Los llamados de alerta fueron mayores, las autoridades reaccionaban con más desesperación y los jugadores comenzaron a intervenir.

Comenzaban a circular los comentarios de personas fallecidas.

Al menos 100 personas fueron llevadas a centros médicos tras la estampida en el estadio Cuscatlán. Se corrían diez minutos del encuentro, cuando comenzaron los llamados de alerta en las gradas del lado sur de sol general.